Reflexiones sobre una inundación

Ha pasado ya algo más de un mes de las graves inundaciones del 29 de octubre de 2024 que hasta el momento han dejado más de 220 fallecidos en la Comunidad Valenciana, Castilla La Mancha y Andalucía, además de cuantiosos daños materiales. Desde entonces, muchísimo debate ha surgido en España sobre las causas y culpables de tal número de vidas humanas perdidas. Y, como casi siempre que ocurre algo de relativa importancia en el siglo XXI, los mitos, las falsedades y los argumentos simplistas se han expandido como la pólvora por las redes sociales. Por eso, con esta entrada pretendo hacer un análisis riguroso del la situación ocurrida, desde mi punto de vista y siempre apoyado en información técnica y científica.

Empecemos por lo más básico: ¿Qué es una DANA?
DANA es el acrónimo de Depresión Aislada en Niveles Altos. Como su nombre indica, las DANAs consisten de una masa de aire fría a gran altitud en la atmósfera, que tienen poco o ningún reflejo en superficie (a diferencia de las borrascas que sí tienen reflejo en superficie). Generalmente, una DANA se forma cuando una masa de aire frío se separa de la circulación zonal oeste-este que domina la climatología de las latitudes medias. En la Figura 1 se muestra uno de los mecanismos más comunes de una formación de una DANA en tres pasos.
Proceso típico de formación de una DANA en tres pasos. Fuente: Artículo científico titulado “Identification and Climatology of Cut-off Lows near the Tropopause”.

En la parte delantera de una DANA suelen producirse nubes convectivas que pueden dar lugar a tormentas severas. Si además ocurre que la DANA no se desplaza con cierta velocidad, sino que se queda estancada girando sobre sí misma, tenemos el problema de que esta región de generación de tormentas tampoco se desplaza, produciendo grandes cantidades de precipitaciones en un corto período de tiempo. Esto es precisamente lo que pasó en Valencia. Como se puede ver en la siguiente animación, la DANA (representada con círculos color azul claro) apenas se desplaza del suroeste de la Península Ibérica entre los días 28 y 30 de octubre, generando continuamente zonas de tormentas (delimitadas por líneas de color rojo), primero en Andalucía y más adelante en el sureste peninsular.

Este hecho constituye el primer punto importante de lo que ocurrió en Valencia. El primer elemento de riesgo que encontramos haciendo el análisis de la situación es la continua regeneración de tormentas en un mismo área durante más de 24h seguidas.

Como consecuencia de esto, se registraron enormes cantidades de precipitación en un muy corto período de tiempo en la provincia de Valencia. De todos los registros, destaco los 771,8mm en 24h en Turis (Valencia), 184 de ellos en tan solo una hora. Un registro difícil de asimilar. El mapa de acumulados de AEMET es igualmente difícil de asimilar, con un área muy extensa donde se registraron precipitaciones superiores a los 325 mm durante el día 29 de octubre.

Mapa de precipitación acumulada el 29 de octubre de 2024. Fuente: AEMET


Pero, ¿era difícil de imaginar antes de este evento (y por tanto, de tomar medidas acordes a lo que pudiera ocasionar) un registro de precipitación así en la zona de Valencia? Echemos un vistazo a lo que nos dicen los datos históricos de precipitaciones en España:

Registros pluviométricos más destacados en 24h en España

Fecha

Lugar

Precipitación en 24h (mm)

Observaciones

14-15 octubre 1879

Alicante y Murcia

n/d

+1000 fallecidos. Se estiman precipitaciones superiores a 600 mm en un día.

27 septiembre 1957

Málaga

313

313 mm en 11 horas.

1 octubre 1957

Jávea Alta (Alicante)

333

978 mm en 3 días.

13 octubre 1957

Valencia

494

81 fallecidos

22 octubre 1959

Escorca Son Torrella (Mallorca)

536,5

 

4 octubre 1969

Comarca del Guadalteba (Málaga)

Hasta 410

Desbordamiento del río Yeguas. 410 mm en Sierra de Yeguas; 304 mm en Teba; 210 mm en Campillos.

18-19 octubre 1973

Provincias de Granada, Almería y Murcia

Hasta 600

Más de 160 fallecidos

26 agosto 1983

Larrasquitu (Bizkaia)

503

47 fallecidos

13 octubre 1986

Cadaqués (Girona)

430

 

3-4 noviembre 1987

Provincias de Valencia, Alicante y Murcia

817

817 en 24h en Oliva; 330 mm en San Javier. Varios fallecidos.

24 y 27 febrero 1988

Islas de El Hierro, Tenerife y La Palma

590

450 mm en La Palma el día 27.

10 octubre 1993

Cornudella (Tarragona)

397

 

11 septiembre 1996

Provincias de Valencia y Alicante

Hasta 520

520 mm en Tavernes de la Valldigna y en Benifaió.

30 septiembre 1997

Alicante

270

270 mm en tan solo 6 horas.

12 octubre 2007

Marina Alta (Alicante)

400

 

20 diciembre 2016

Escorca (Mallorca)

335,6

 

21-22 octubre 2018 

Provincia de Málaga

Hasta 463

463 mm en Campillos; 452 mm en Ardales; 289 mm en Alpandeire en tan solo 6 horas.

29 octubre 2024

Turís (Valencia)

771,8

720 mm en solo 12 horas; 621 mm en solo 6 horas.


Como se puede ver en la tabla superior, registros de precipitación en 24h del orden de magnitud de los 771,8 mm de Turis no son desconocidos en España y la Comunidad Valenciana, y con un periodo de retorno relativamente bajo. Alguno podría discutir que no son lo mismo 800 mm de lluvia en una ciudad costera como Oliva, donde toda la lluvia va parar casi directamente al mar, que esa misma cantidad en una población de interior como Turis, donde toda esa lluvia va a parar a caudales de agua provocando una riada aguas abajo. Pero los datos anteriormente presentados nos dan una buena indicación de la elevada probabilidad de que esto último ocurriera.

Quedando establecido que las precipitaciones registradas en Valencia no son algo desconocido en España, la siguiente pregunta que podemos hacernos es: ¿Se podría haber evitado una catástrofe de tal magnitud?

No es ninguna sorpresa para nadie que España es un país muy expuesto y acostumbrado a eventos de inundación. Estas suponen un gran coste económico (se estima que las inundaciones provocan, de media, daños por valor de 800 millones de euros al año en toda España), y un enorme impacto sobre las vidas humanas (desplazamiento forzoso de poblaciones enteras, fallecimientos, etc.). Y aunque cada vez hay más evidencias científicas de que el cambio climático juega un papel destacado en la frecuencia con la que ocurren en nuestro país, estas no son algo nuevo a lo que no estemos acostumbrados en España. Tanto es así, que las inundaciones tienen su hueco en el arte hispánico. El artista Antonio Muñoz Degrain retrató unas inundaciones ocurridas en Murcia en el año 1879 (mencionadas en la tabla anterior) tras el desbordamiento del río Segura en su obra "Episodio de la inundación de Murcia".

"Episodio de la inundación de Murcia". Autor: Antonio Muñoz Degrain.

O acercándonos a la zona más afectada por esta última DANA, que nos trae al caso, la prensa de la época también se hizo eco de unas importantes inundaciones de 1864 que afectaron también a las huertas y localidades cercanas a la capital valenciana. De esta zona existe constancia de numerosos episodios de inundaciones [3].

Lámina aparecida en el períodico "El Museo Universal", en su edición del 20 de noviembre de 1864, sobre las inundaciones de ese mismo año que afectaron a la provincia de Valencia.

Con todo esto quiero confirmar lo que comentaba anteriormente: las inundaciones son un fenómeno frecuente en España (para el que deberíamos estar prevenidos) y, en concreto, en la provincia valenciana. Tanto es así, que son numerosas las poblaciones actuales en España que se han formado o han crecido gracias a migraciones de poblados enteros huyendo a zonas que presumían o sabían menos propensas a inundaciones. Un ejemplo de esto es la población valenciana de Carcaixent, como nos describe el cronista de la ciudad de Valencia Vicent Boix i Vicarte en el documento titulado "Memoria histórica de la inundación de la Ribera" [3]:

"[...] Pero indicaremos únicamente que por documentos antiguos consta que por los años 1238 existían cuatro aldeas, á saber  [sic] : Ternils, el caserío de Carcaxent, de Cogullada y de los Benimaéli: Ternils era el pueblo más importante. Por los años 1578 los moradores de Ternils abandonaron sus casas y hogares, huyendo de las avenidas del Júcar y se establecieron en la parte más alta del pueblo de Carcaxent. Igual egemplo  [sic]  siguieron los de Benimaéli. De estas dos pueblas que emigraron, solo queda en la actualidad la iglesia de Ternils, llamado hoy ermita de San Roque: de los de Benimaéli únicamente se conserva el nombre de una de las partidas del término de Carcagente, llamada partida de Benimaéli [...]".

Si ya hace casi 5 siglos la gente local conocía las zonas inundables de sus comarcas, es presumible que hoy en día, teniendo infinitamente mayores recursos tecnológicos y hemeroteca, la gente también lo sepa. 

Pongámonos un poco en contexto de la situación geográfica de la zona afectada por las inundaciones de octubre de 2024: Al sur de la ciudad de Valencia se encuentra una albufera. Esta es un accidente geográfico que se formó al cerrarse una antigua bahía, quedando una gran superficie de agua aislada del mar. Su extensión se ha visto notablemente reducida en los últimos 400 años, especialmente a finales del siglo XIX, debido a su desecación artificial para ganar suelo agrícola (en gran medida para cultivos de arroz). Además, en las décadas de 1970 y 1990, el terreno urbanizado en este área aumentó una barbaridad. Todo esto lo explica muy bien el ingeniero civil e historiador Isaac Moreno en este vídeo.


Evolución histórica de la morfología de la Albufera de Valencia. Fuente: typsa.net/Albufera/01_WEB_ED/01_AV_DSAV/04_GA/01_MC/5-Estudio_historico/5-3-Evolucion_geomorfologica.htm

Evolución de la superficie del lago de la Albufera de Valencia. Fuente: typsa.net/Albufera/01_WEB_ED/01_AV_DSAV/04_GA/01_MC/5-Estudio_historico/5-3-Evolucion_geomorfologica.htm

Pero todo terreno que haya sido ganado a la albufera, como ocurre con otros accidentes geográficos similares, tendrá el nivel freático muy cercano a la superficie, inundándose con facilidad, y, por tanto, construir cerca de ellos es una mala idea. Como se ve en la siguiente captura del mapa del visor del Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables (SNCZI) (cuya elaboración es una consecuencia clave del Real Decreto 903/2010 de evaluación y gestión de riesgos de inundación), gran parte de la llanura al sur de la ciudad de Valencia es zona inundable.Y si ya peligroso edificar sobre el nivel del suelo en un área con la capa freática muy superficial, más aún lo es bajo tierra y construcciones que actúen como acumuladores de agua en caso de inundación como son los garajes subterráneos. Los datos publicados por el Centro de Integración de Datos (CID) difundido por el Tribunal Superior de Justicia valenciano indicaban a día 17 de noviembre de 2024 que más de la mitad de víctimas mortales estaban dentro de viviendas o garajes [4].


Zonas inundables, en azul, al sur de la ciudad de Valencia. El rectángulo rojo indica la zona de Torrent, Paiporta, Catarroja, gravemente afectada por las inundaciones del 29 de octubre. Fuente: Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables


Además, a día de hoy el principal aporte de agua de la Albufera de Valencia llega desde los barrancos que desenbocan en la misma desde el oeste. Una de las definiciones de "barranco" en el Diccionario de la Lengua Española de la RAE es la siguiente: 

"Quiebra o surco producidos en la tierra por las corrientes o avenidas de las aguas."

La presencia de la palabra avenida (que viene a ser una crecida del cauce fluvial por encima de sus niveles habituales) es importante en esta definición, ya que nos indica que la presencia de barrancos está asociada a ocurrencia de episodios de subidas repentinas del nivel de las aguas. Su sola presencia debería haber sido suficiente para ser cautos a la hora de edificar cerca de los mismos. Pero no fue así. Resulta muy llamativo y preocupante la cantidad de poblaciones construidas cerca de barrancos o ramblas en la Comunidad Valenciana. Centrándonos en el cauce de la Rambla del Poyo encontramos poblaciones como Torrent, Paiporta, Catarroja, Cheste, Chiva. Todas desgraciadamente familiares para mucha gente tras el evento del pasado 29 de octubre. 

Situación geográfica del barranco del Poyo y localidades cercanas

A continuación adjunto una tabla con las localidades de la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Andalucía oficialmente afectadas por la DANA del pasado mes de octubre. Como se puede comprobar, la correlación entre víctimas mortales y poblaciones edificadas cerca de o entorno a cauces de agua tipo barrancos es bastante elevada. Nótese que no se han marcado en negrita poblaciones construidas en las inmediaciones de otros cauces fluviales como ríos, al ser estos, por lo general, cauces de aguas más tranquilas. 

Listado oficial de poblaciones afectadas por la DANA entre el 28 de octubre y el 4 de noviembre de 2024 (Listado reducido a la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Andalucía)

En negrita, poblaciones con al menos una edificación pegada al caude de un barranco o rambla

Población

Número de fallecidos

Población

Número de fallecidos

Comunidad Valenciana

Algemesí

3

Camporrobles

 

Alginet

 

Caudete de las Fuentes

 

Almusafes

 

Chera

 

Alzira

1

Fuenterrobles

 

Benicull

 

Requena

 

Benifayó

 

Sinarcas

 

Benimodo

 

Utiel

6

Carlet

 

Bétera

 

Catadau

 

Lliria

 

Corbera

 

Loriguilla

1

Cullera

 

Ribarroja del Turia

6

Fabara

 

Alborache

 

Fortaleny

 

Buñol

1

Guadasuar

2

Cheste

7

Llaurí

 

Chiva

8

Llombay

 

Dos Aguas

 

Montserrat

 

Godelleta

4

Montroy

 

Macastre

 

Poliñá del Júcar

 

Siete Aguas

 

Puebla Larga

 

Yátova

 

Real

 

Alacuás

1

Riola

 

Albal

3

Sollana

 

Alcácer

 

Sueca

1

Aldaya

6

Tous

 

Alfafar

15

Turís

 

Benetúser

10

Valencia

 

Beniparrell

 

Castilla La Mancha

Catarroja

25

Letur

6

Chirivella

 

Mira

1

Cuart de Poblet

7

Andalucía

Lugar Nuevo de la Corona

 

Alhaurín de la Torre

1

Manises

 

Álora

 

Masanasa

12

Málaga

 

Mislata

 

Marchena

 

Paiporta

45

Benalúa

 

Paterna

 

Cúllar

 

Picaña

10

Jerez de la Frontera

 

Sedaví

9

Isla Cristina

 

Silla

1

Almería

 

Torrente

10

Balanegra

 

Bugarra

 

El Ejido

 

Gestalgar

 

Roquetas de Mar

 

Pedralba

3

Vícar

 

Sot de Chera

1

 

 

La Alcudia

2

 

 

Alfarp

 

 

 


En el diario Las Provincias (consultar referencia [5]), citan al menos 5 riadas conocidas en la localidad de Chiva en un artículo titulado "El barranco de Chiva, un asesino durmiente". Echando un vistazo a dicha localidad en Google Maps, se puede apreciar que se ha edificado sin mesura ni temor alguno en los límites del cauce del Barranco del Gayo. Este es un ejemplo muy ilustrativo de una planificación urbanística con consecuencias fatales para los propios habitantes de la zona. Quizás es hora de dejar de echar balones fuera y de buscar culpables en elementos geográficos naturales que llevan funcionando así desde mucho antes de que el ser humano se estableciera en sus inmediaciones, y empezar a enmendar errores del pasado para evitar que tragedias como esta sigan ocurriendo periódicamente.

Vista del Barranco del Gayo a su paso por Chiva. Fuente: Google Maps


Otra problemática ocurre cuando un cauce fluvial y sus alrededores no están limpios de obstáculos, ya que cuando la masa de agua adquiere suficiente fuerza, esta arrastra los obstáculos aguas abajo. Especialmente con lluvias torrenciales esto puede suponer un problema si los elementos arrastrados por la corriente se encuentran con un obstáculo como puede ser un puente. Esta foto de un puente en la localidad de Paiporta representa un claro ejemplo de como, tras acumularse residuos (cañas, ropas, bolsas de plástico) en el puente, el agua se acumuló en el puente hasta superar su nivel (esto se intuye de la presencia de estos residuos en la parte superior del puente), lo que contribuyó a la inundación de la población.

Puente en Paiporta tras la riada del 29 de octubre. Fuente: Levante-EMV / Miguel Ángel Montesinos

Ahora bien, no todo lo que existe en el cauce de un río o barranco es perjudicial: La vegetación, cuando no es arrancada por la corriente, también genera fricción, lo que frena la velocidad del agua y reduce el riesgo de riadas repentinas como las acontecidas en la Comunidad Valenciana. Por eso, cuando se ejecutan limpiezas de los cauces de un curso fluvial no se elimina toda la vegetación. Además, es falso que esté prohibido por alguna administración la eliminación de cañas y otro tipo de vegetación de los cauces fluviales. Precisamente una de las especies de vegetación más abundante en los cauces fluviales de las regiones mediterráneas, la caña (Arundo donax), está clasificada como especie invasora y es prioridad su control y erradicación de los cauces siguiendo unas directivas. La normativa general en materia de conservación de cauces establece que las actuaciones ordinarias en cauces públicos, entre las que se encuentran recogida de residuos y mantenimiento de la vegetación, en las zonas urbanas corresponden a las administraciones locales y CCAA. Si estas actuaciones afectaran a la vegetación en cauce o zona de policía o a la morfología del cauce, requieren autorización del Organismo de cuenca. [7]

Viendo la magnitud de las inundaciones, parece muy poco probable que cualquier tipo de vegetación presente en los cauces (excepto árboles) resistiera la embestida del agua. Además, me inclino a pensar que la presencia de residuos urbanos en los cauces de los barrancos (algo que se ve muy evidente al ver fotografías de puentes después de la riada) no fue tan determinante en la magnitud de las inundaciones como lo fue la gran cantidad de precipitaciones caída en tan poco tiempo y la mala localización de muchas localidades afectadas. De hecho, entre los criterios de actuación en relación con la responsabilidad patrimonial de las Administraciones Pública se indica que cuando las inundaciones se produzcan por acontecimientos de lluvias torrenciales o a destiempo que den lugar a avenidas extraordinarias (superiores a la avenida ordinaria) se considera que son casos de fuerza mayor, y se entiende que no puede exigirse responsabilidad [7]. Esto bien podría ser el caso de las inundaciones acontecidas el 29 de octubre.

En el lado positivo, algunas infraestructuras sí que impidieron una catástrofe aún mayor en zonas más alejadas de los cauces de los barrancos. Como se puede leer en la entrada de wikipedia correspondiente, las presas de los embalses juegan un papel fundamental en la laminación de las avenidas. El embalse actúa como un pulmón que se va llenando de los aportes de aguas de aguas arriba y, salvo que se tomen decisiones erradas en la operación de las compuertas de descarga, el caudal que sale de la presa será menor que el que llega, disminuyendo en consecuencia los daños que la avenida provocaría si el embalse no existiera. Esto es justamente lo que ocurrió, por ejemplo, con la presa del Embalse de Forata. Este embalse, que antes de que empezara a llover se encontraba al 14% de su capacidad, se llenó en apenas cuestión de horas. El resultado fue que durante la tarde y noche del 29 de octubre, se tuvo que abrir la presa para evitar que el agua rebasara por encima el nivel máximo de la misma. Se menciona mucho que se hizo por riesgo de "rotura" de la presa, pero dicho escenario parece menos probable que el aquí comentado ya que la presa del embalse de Forata es una presa de gravedad. Con la apertura de las compuertas de la presa, se desalojó aguas abajo un caudal de 1.000 m3/s; la mitad de los 2.000 m3/s que entraban en el embalse y que podrían haberse registrado río abajo de no haberse realizado esta actuación. Esta actuación, de la cual se advirtió a la población a las 17:30h del día 29 de octubre de 2024, no evitó inundaciones río abajo, pero sí minimizó la magnitud de las mismas al reducir a la mitad el caudal del río Magro a su paso por localidades como Carlet.  

Evolución del volumen del embalse de Forata. Fuente: Newtral.es



Aviso especial del centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat Valenciana por el que se informa del desalojo controlado de agua del embalse de Forata el día 29 de octubre de 2024 a las 17:30h. Fuente: @GVA112




Por último, llama mucho la atención el elevadísimo número de vehículos que se amontonaron en las calles. La DGT cifra en unos 120.000 los vehículos afectados por la DANA, el 98% de ellos en estado irrecuperable. Testimonios de la zona cuentan que la gente estaba haciendo vida normal aquel día, yendo y volviendo del trabajo y haciendo la compra como cualquier otro día. Sin embargo, ya desde el día anterior estaba vigente el aviso naranja de AEMET, y a las 7:36h de la mañana del día 29 se activó el aviso rojo por abundantes y fuertes precipitaciones en la que a posteriori fue la zona más afectada por las inundaciones, activándose también el mismo aviso rojo a las 9:41h del 29 de octubre al litoral norte e interior norte de la provincia de Valencia.
En la página de AEMET podemos encontrar el significado de los avisos:

Naranja: Existe un riesgo meteorológico importante (fenómenos meteorológicos no habituales y con cierto grado de peligro para las actividades usuales).
Recomendación: ESTÉ PREPARADO. Tome precauciones y manténgase informado de la predicción meteorológica más actualizada. Las actividades habituales y al aire libre pueden verse alteradas.

Rojo: El riesgo meteorológico es extremo (fenómenos meteorológicos no habituales, de intensidad excepcional y con un nivel de riesgo para la población muy alto).
Recomendación: Tome medidas preventivas y ACTÚE según las indicaciones de las autoridades. Manténgase informado de la predicción meteorológica más actualizada. Las actividades habituales pueden verse gravemente alteradas. No viaje salvo que sea estrictamente necesario.

Ya con el aviso naranja se advierte de que las actividades habituales pueden verse alteradas, y con el aviso rojo se advierte de no realizar desplazamientos salvo en casos estrictamente necesarios. Y, sin embargo, la vida siguió como si nada en aquellas localidades. Esto es algo en lo que nos toca reflexionar. 

Vehículos amontonados en una calle tras las intensas lluvias de la fuerte dana en Picaña (Valencia). Fuente: EFE/Biel Aliño

Volviendo a la pregunta ¿Se podría haber evitado una catástrofe de tal magnitud?, mi respuesta personal es que, dada la magnitud de las precipitaciones registradas, era poco probable evitar las grandes inundaciones que tuvieron lugar. Sin embargo, que las consecuencias de estas inundaciones hayan sido tan impactantes no son consecuencia exclusiva de la intensidad y persistencia de estas precipitaciones, sino a la combinación de diversos factores:

  • Precipitaciones torrenciales durante horas.
  • Mala gestión del territorio y urbanismo.
  • Deficiente mantenimiento de cauces fluviales.
  • Desconocimiento generalizado sobre el significado de los avisos meteorológicos y sobre protocolos de actuación ante un fenómeno meteorológico adverso.

Solo queda esperar que aprendamos de los errores del pasado y no volvamos a cometerlos, ya que la naturaleza no perdona.


REFERENCIAS

[1] Nieto et al. “Identification and Climatology of Cut-off Lows near the Tropopause”.  
[2] https://www.miteco.gob.es/es/agua/temas/gestion-de-los-riesgos-de-inundacion.html
[3] https://www.carcaixent.es/sites/www.carcaixent.es/files/files/Cronista/Bibliografia/web_bibl_memoria_inundacion_boix.pdf
[4] https://www.rtve.es/noticias/20241117/mas-mitad-muertos-por-dana-valencia-estaban-dentro-casas-garajes/16334369.shtml
[5] https://www.lasprovincias.es/comunitat/barranco-chiva-asesino-durmiente-20241108010203-nt.html
[6] https://www.miteco.gob.es/content/dam/miteco/es/agua/publicaciones/guia-buenas-practicas-en-actuaciones-conservacion-mantenimiento-mejora-cauces_tcm30-503733.pdf
[7] https://www.miteco.gob.es/content/dam/miteco/es/agua/temas/estado-y-calidad-de-las-aguas/instruccion-sema-24-2-21-especies-exoticas-invasoras-acuaticas_tcm30-523335.pdf

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