Avion Común



Si se ven volando a gran altura los aviones y las golondrinas pueden confundirse, pero en una observación más detenida pronto se aprecia que el Avión Común Delichon urbicum tiene la cola menos ahorquillada que la Golondrina Común y, sobre todo, su obispillo o rabadilla de color blanco puro, es un rasgo inconfundible. El plumaje de las partes superiores es negro azulado y las alas y la cola marrones o negruzcas con tinte verdoso. Por debajo es blanco pero el mentón y la garganta están tenuemente teñidos de pardo claro al principio de la primavera. La cabeza negra contrasta tanto con el blanco de los carrillos que tal parece que este pájaro tuviera un capirote. La cola es más bien escotada que ahorquillada y las patas, muy cortas, están cubiertas, lo mismo que los dedos de los pies, de plumas blancas. Los sexos son indistinguibles por el plumaje. Los aviones jóvenes sí se distinguen bien: su plumaje es parduzco y también de cerca o en la mano se aprecia que algunas plumas tienen el extremo negro azulado. Las alas y la cola son más oscuras.

Rara vez se le ve solitario y los grupos pueden ser de dos o tres parejas hasta varios centenares, pero casi siempre en colonias pequeñas de 2-8 parejas. En vuelo de atardecer se congregan muchos que suelen unirse a las golondrinas sobre una charca, laguna o estuario.

Delichon urbicum vive en toda Europa excepto Islandia y el extremo Norte con densidad variable, pero no faltando prácticamente en ningún pueblo o ciudad, aunque sea en algunos ciertamente una especie escasa o muy local.

Inverna en Africa Tropical occidental, pero se ve allí en número escaso y la mayoría pasan, bien hacia el Este o Sudeste en el otoño o proceden de estos puntos en los primeros días de primavera o en los últimos de invierno. Aunque, no debe subestimarse una pequeña población de invernantes en el Sur de Iberia como lo atestiguan las observaciones realizadas en Huelva, Sevilla, Almería, Alicante, Valencia, Málaga y Cádiz.

Presumiblemente, por tanto, la mayor parte de la población europea que Moreau (1972) calcula en unos 90 millones de pájaros debe llegar hasta el Africa Austral donde, sin embargo, también se ve sólo de forma esporádica.

Los pasos de primavera y otoño en la Península Ibérica son muy acusados y los aviones vuelan a menudo mezclados con la Golondrina Común. Es migrante diurno, pero no hay que descartar que una buena proporción viaje de noche como puede deducirse de la aparición en las colonias al amanecer de aviones que la tarde anterior estaban ausentes. En el norte de Africa llegan los primeros a partir de la segunda decena de febrero, y el paso hacia el Norte no es intenso hasta marzo, pudiendo continuar durante mayo. En toda la Península Ibérica se notan los migrantes sobre todo a lo largo de abril. Muchos costean, pero otros, volando a gran altura, llegan hasta los Pirineos. La llegada a Tarifa y campos próximos es continua a partir de los primeros días de abril. No se ven en tan gran número como las golondrinas y se estima que pasa un Avión Común por cada 3 golondrinas.

El paso otoñal también es muy acusado a lo largo y ancho de toda nuestra geografía. Empieza pronto, probablemente jóvenes en dispersión posnupcial no genuinamente migradores, y desde agosto hasta noviembre nos sobrevuelan varios millones de aviones comunes que buscan el cuartel de invernada africano. Separarlos de los nativos es siempre difícil.

Del mismo modo que sucede con la Golondrina Común, también el Avión Común vuelve año tras año a su comarca natal. A menudo al mismo edificio donde está situada la colonia y no rara vez ocupa el mismo nido.


Para mas informacion: http://www.pajaricos.es/a/a1/mas/avioncomun.htm

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