Una tarde de sorpresas


Ayer convencí a unos amigos a que viniesen a la laguna Salada, ellos creian que no ibamos a encontrar nada pero estaban equivocados y fue un día estupendo. Primero vimos una liebre a menos de un metro de nosotros y que al vernos se fue corriendo a toda velocidad. Nos llevamos un buen susto. También encontramos la primera docena de cigüeñelas del otoño ya que en verano se fueron a las lagunas cercanas por no tener agua la laguna Salada. Mientras miraba con los prismáticos a las cigüeñuela localizamos varias perdices caminando por la orilla. Al rato nos sentamos a merendar y nos dimos cuenta de que había unas extrañas construcciones parecidas a hormigueros de las que estoy buscando información en:http://www.lamarabunta.org/ y que cuando tenga información os informaré. En general fue un día muy divertido para todos.

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